REVISTA NEOSAPIENCIA. Enero-junio 2025. Vol. 3, Núm.1, P. 48–67.
Las expresiones más comunes incluyen estructuras jerárquicas como el esquema o diagrama de
corte de Ben, diagramas que describen procesos o diagramas, organizaciones y otras opciones de
los ríos (Toscano, 2016). Según Contreras y Robles (2023), este tipo de aprendizaje se centra en
la integración y reorganización de ideas para encontrar un propósito, con cartas conceptuales que
juegan un papel clave. Según los principios constructivistas, esta teoría parece esencial para el
valor, el temperamento, las normas (que representan el conocimiento) en conceptos,
fundamentos, explicaciones (lo que sabe), métodos y habilidades prácticas (es decir, saben cómo
hacerlo). El objetivo es lograr una transformación de lo que una persona ya sabía para
comprender la comprensión duradera del conocimiento y ampliar las experiencias y el
aprendizaje anteriores.
Técnicas que promueven el aprendizaje sabio utilizan representaciones visuales presentadas de
diferentes maneras para registrar esquemas que faciliten la transmisión de información. Su
objetivo principal es simplificar la comprensión de los temas que pueden ser aparentemente
complicados. Esto es especialmente valioso cuando estos problemas se explican en personas con
altos niveles de especialización o amplio rango en este campo (Cifuentes, 2021).
El cerebro humano muestra una tendencia natural hacia la fotografía, ya que le permite enviar un
texto de significado y amplio, independientemente de qué tan bien esté escrito. Esta es una razón
para mejorar la relevancia de los métodos (Gaete, 2021). Las estructuras gráficas generalmente
comienzan con expertos que activan y conectan o conectan los de acuerdo con los conceptos que
desean transmitir. Aunque inicialmente se hizo manualmente, no se puede negar que estas
representaciones ahora se pueden desarrollar digital y automáticamente en el siglo XXI. Esto
significa que se puede eliminar la necesidad de papel y lápices (Andrade y Zambrano, 2017).
Con respecto a su estructura, estos esquemas se organizan utilizando filas, flechas o un conjunto
de símbolos interconectados a la izquierda. Estos símbolos generalmente se expresan en formas
geométricas básicas con el objetivo de ser atractivos y simples en diseño. Por ejemplo, un
rectángulo puede representar un proceso, pero un diamante indica un estado, como ocurre en un
diagrama de flujo (Calvas y Serrano, 2024). Como se mencionó anteriormente, los esquemas
conceptuales pueden desarrollarse manualmente. Sin embargo, actualmente hay muchos
programas especializados para crear tarjetas conceptuales. La mayoría de estas herramientas se
dividen en la categoría de software libre. En otras palabras, es de código abierto.